Cómo comprar productos genéricos y ofrecer valor a TI
Por: Joel Brawerman, Director de Preventas de EMC para Latinoamérica
Un commodity, o producto genérico, es un producto que posee un valor común y cuyo precio es regulado externamente. Estos productos no poseen características distintivas ni valor agregado, por lo que su precio final al consumidor lo decide el mercado. Según el diccionario Aurélio de Brasil, commodity es todo lo que, presentado en su estado bruto (mineral, vegetal, etc.), puede ser producido a gran escala; generalmente, se destina al comercio exterior, y su precio debe basarse en la relación entre oferta y demanda.
A pesar de ser un área orientada a la innovación, las empresas del mercado de TI empezaron hace un tiempo a adoptar la idea de usar productos de TI genéricos en la creación de sus arquitecturas de tecnología debido a su bajo valor de compra. Esa tendencia genera una gran presión sobre los proveedores de TI para ofrecer valor con sus propios productos. Así, las empresas de almacenamiento están encarando este reto como una oportunidad para escuchar al mercado y proporcionar lo que necesita. Uno de los caminos encontrados es el concepto de SDS (Software-Defined Storage o, en español, almacenamiento definido por software).
¿Y qué sería el SDS? Básicamente, es la capacidad de, utilizando un software de infraestructura, crear una capa de inteligencia y abstracción que ofrezca valor o servicios diferenciados de almacenamiento para arquitecturas de almacenamiento genéricas o discos internos de servidores genéricos. Ya existen plataformas de almacenamiento definido por software que pueden, por ejemplo, agregar una serie de servidores con discos internos baratos y entregar un arreglo de alto rendimiento, con servicios de clonación y aprovisionamiento virtual similares a los servicios de almacenamientos de altísima calidad vendidos por los proveedores más reconocidos.
¿Y las empresas de hardware? ¿Están destinadas a desaparecer? Hoy en día, la principal estrategia está en la decisión. La decisión de los clientes de encontrar las mejores soluciones, que presenten los mejores resultados para sus retos de negocios. Así, incorporar soluciones de hardware a ese mundo de software satisface perfectamente los deseos de los departamentos de TI. Existen funciones que no pueden ser abstraídas en software, aunque las empresas quieran hacerlo. Ya sea por tratarse de proyectos de hardware específicos, con características que van más allá de lo que una solución genérica puede ofrecer, o porque el proveedor de una solución completa puede proporcionar la seguridad de un servicio mucho mejor, gracias a la integración entre hardware, software y servicios (un ejemplo perfecto es el modelo Apple/Macintosh).
Las soluciones de almacenamiento definido por software funcionan como organizadores que pueden abstraer, consolidar y automatizar un gran volumen de discos genéricos y aplicar servicios de datos sobre ellos, además de administrar subsistemas de almacenamiento y comunicar las características únicas de esos sistemas a los clientes. A eso le llamamos decisión.
En resumen, ya sea con productos genéricos o con hardware con fines específicos (o dispositivos), nada sustituye la calidad y la creatividad para generar soluciones que agreguen valor para el cliente.